Divagaciones del Bosque Oscuro

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Intro

Una deuda pendiente se presentó ante mí en febrero de este año; tenía en mis manos (en el Kindle) un ejemplar de la trilogía de ‘Los Tres Cuerpos’, un libro que ha causado sensación entre miles de fanáticos, y que ostenta una postura definida de articular ciencia ficción y divulgación científica. ¿Qué más se puede pedir? Durante algunas semanas, me sumergí en un mundo maravilloso de intrigas, conspiraciones, fe en la ciencia, un pesimismo terrible hacia la humanidad y los sucesos, lo cual implicará, en su momento, un post sobre la visión del maestro Cixin Liu.

Entre ellos, el segundo libro de su trilogía, ‘El Bosque Oscuro’, fue el que más captó mi atención debido a las sorprendentes tesis que presenta, dejándome con un magnífico sabor de boca y divagando por meses sobre las posibilidades que plantea.

¿Y si el universo que percibimos es un temible bosque oscuro? ¿Y si lo que observamos a través de los diversos telescopios no es más que un cadáver moribundo de un universo que se devora a sí mismo de manera continua?

-un pequeño aviso de spoiler- No son muchos, pero si el lector quiere primero leer esta maravilla está advertido.

Acompáñenme en este viaje hacia una hipótesis que ha sacudido mi cabeza a principios de este año, y que ha provocado una profunda reflexión sobre numerosos aspectos de la cosmología, la vida extraterrestre y otros elementos que comúnmente exploramos en divagaciones académicas (le decimos así por qué nos da pena decir solo divagaciones)

La Paradoja de Fermi

Comencemos por el principio. ¿Han escuchado alguna vez acerca de la Paradoja de Fermi? Permítanme relatarles brevemente: la Paradoja de Fermi ha representado para mí siempre uno de los conceptos más preciosos, enigmáticos y complejos que residen en la ciencia. Durante largo tiempo, se ha debatido la existencia de vida inteligente y avanzada, extraterrestre, y todo parece indicar que las condiciones que permiten la vida en la Tierra (es decir, nosotros) están disponibles en gran abundancia en el universo. En otras palabras, no parecemos ser tan especiales como nos gustaría creer; los componentes químicos, los procesos físicos, entre otros, parecen abundar en el cosmos, incluyendo planetas que poseen las condiciones a priori necesarias para la vida, como encontrarse en una zona habitable, tener una gravedad tolerable, entre otros aspectos. Ante esto surge la pregunta: si el universo es tan propicio para la vida, ¿quiere esto decir que se encuentra plenamente habitado y rebosante de vida? Ciertamente, esta sería la hipótesis más lógica. La vida, lejos de ser un fenómeno extraño, sería algo habitual en la vasta extensión del único universo conocido, lo que tendría un impacto profundo en nuestro sentido narcisista como Homo sapiens.1

Esta deducción comúnmente se le denomina Ecuación de Drake da como resultado que el universo es una populosa calle en la india, el universo debería ser un sistema profundamente lleno de vida por doquier.

¿A dónde se fueron todos?

Entonces, si nos encontramos en un vecindario tan habitado y concurrido, ¿dónde están los extraterrestres? Más allá de lo que pueda pensar el apreciado lector, hasta la fecha no existe evidencia de ningún tipo de vida extraterrestre avanzada; todas las afirmaciones al respecto han demostrado ser simples conspiraciones, engaños, farsas, entre otros, nada concluyente. ¿Entonces, qué sucede? ¿Tiene sentido todo esto? La verdad es que no, no tiene sentido, y es aquí donde nace la Paradoja de Fermi.

Fermi simplemente planteó una pregunta muy obvia, tomando como referencia la ecuación de Drake: ¿Si la vida está en todas partes, por qué no la vemos? ¿Por qué, con los telescopios, sondas, astronautas y observaciones, entre otros medios, no detectamos absolutamente nada?

La respuesta a la paradoja de Fermi como no podía ser de otra forma son muchísimas, las cuales las describiré brevemente a continuación:

  • Llegamos muy rápido: Por alguna extraña razón que aún no comprendemos, simplemente llegamos muy rápido a habitar el vecindario, y las demás civilizaciones tardarán muchísimo en llegar o aparecer.
  • Llegamos muy tarde: Llegamos tarde a la fiesta. El universo es como esas reuniones populosas que se arman, y por alguna razón, si uno llega tarde una hora (tan solo una hora), ya simplemente no queda nadie, solo rastros aislados de lo sucedido.
  • La ecuación de Drake está mal: Es posible que la ecuación de Drake sea muy optimista respecto a ciertos procesos y esté mal construida. Un buen argumento al respecto es que, hasta la fecha, no tenemos una teoría de cómo apareció la vida en la Tierra, y quizás existen elementos que no estamos considerando apropiadamente. Una postura similar, pero más suave, es que la vida es sumamente abundante, pero la vida inteligente es más bien escasa debido a un proceso que no podemos analizar. (por ejemplo la autoeliminacion por armas nucleares)
  • Asimov tenía razón: Existe un evento rarísimo que cambia todo en la ecuación de Drake, algo que está más allá de nuestra creatividad y comprensión. En la ‘Fundación’, Asimov sugiere en su mundo imaginario que la galaxia fue diseñada y escogida por los robots para que el Homo sapiens prosperara.

Aquí es donde se esconde la maravillosa hipótesis del bosque oscuro, lo advertí que es una hipótesis absolutamente fascinante y preciosa:

El Bosque Oscuro

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En la majestuosa novela de Liu Cixin, él relata dos eventos de suma importancia; el primero es donde la protagonista crea algo denominado ‘sociología cósmica’, y lo hace con base en unos principios y axiomas fundamentales en la hipótesis del bosque oscuro. En la escena, Ye Wenjie, nuestra amada heroína y villana por igual, está en la tumba de su hija cuando le narra a nuestro querido protagonista unos axiomas que dan inicio a la obra del bosque oscuro. Los axiomas de esta nueva disciplina son los siguientes

  • Supongamos un gran número de civilizaciones distribuidas por todo el universo, del orden del número de estrellas observables. Muchísimos de ellos. Esas civilizaciones constituyen el cuerpo de una sociedad cósmica. La sociología cósmica es el estudio de la naturaleza de esta supersociedad.
  • Supongamos que la supervivencia es la necesidad primaria de una civilización.
  • Supongamos que las civilizaciones se expanden continuamente con el tiempo, pero la materia total del universo permanece constante.

La exploración de estos supuestos en la obra de Liu Cixin proporciona una profunda reflexión sobre la evolución tecnológica y la comunicación intercivilizatoria. a lo cual posteriormente, la protagonista introduce dos axiomas preciosos. El primero es la ‘explosión tecnológica’ que se nos presenta de manera directa —in your face—, aunque algunos lectores quizás no lo noten en su lectura. Consiste en que, en tiempo cósmico (es decir, cuando medimos la realidad en cientos de años), la probabilidad de que una civilización tecnológicamente atrasada pase a liderar con tecnologías espectaculares es considerable. Un buen ejemplo es el mismo Homo sapiens que, hace 300 años comparados con ahora, hemos crecido tecnológicamente de forma espectacular, y el mundo que tenemos hoy difícilmente hubiese sido imaginado hace tan solo 50 años (escala cósmica).

El segundo principio se llama ‘cadena de sospecha’, que consiste en dudar de las intenciones del otro —el otro que conocemos—. En el texto se menciona continuamente que somos incapaces de confiar en alguien por mucho tiempo, y que para ello iniciamos la comunicación como un acto de ir reduciendo las cadenas de sospecha; sin embargo, son muchísimos los conflictos que tenemos porque desconfiamos de la intención del otro, de sus sentimientos e intencionalidad.

En este caso, la pregunta es: ¿con una civilización extraterrestre cómo será el asunto? La respuesta es mucho más compleja, mucho más extrema y cadenas de sospecha de muchísimos eslabones. No solo deberíamos sumar el hecho de que desconocemos por completo qué tipo de lenguaje usaría una civilización, sus coordenadas gramaticales, sintaxis, sus significados (hablamos de eso en el blog en la espectacular ‘Arrival’), sino que además son de una cultura, cosmovisión totalmente distinta —no son seres humanos—, no les entendemos y, como si ya esto fuera un asunto complejo, sumémosle los problemas tecnológicos que implicaría una comunicación con una civilización extraterrestre que se encuentra a años luz de distancia.

En la práctica, hoy, con la física que conocemos, nada supera la velocidad de la luz, y si queremos construir un teléfono entre planetas, la comunicación de un mensaje tardaría años en llegar a ser leído por el otro (no comprendido, que ese es el tema inicial).

Con este escenario lógico expuesto ante nosotros, la novela avanza por sus extravagancias e impresiones hasta que nuestro querido protagonista (¿estoy revelando demasiado del libro con spoilers?) se percata de las consecuencias de estas tesis; es nuestro querido ‘bosque oscuro’.

Los axiomas y tesis esbozados en líneas anteriores tienen una consecuencia puntual: el universo es un enorme ‘bosque oscuro’, está lleno de depredadores colosales, ocultos entre sombras, que están buscando a otros para simplemente destruirlos, sin previo aviso, sin previo interés, un campo lleno de violencia y destrucción. ¿Por qué? Porque simplemente no puedes confiar en las intenciones de otro ser ni en su capacidad para destruirte en poco tiempo, ¿y si es él quien decide acabar contigo? Incluso la civilización extraterrestre más primitiva puede, en pocos siglos, ser profundamente avanzada y ponerte en riesgo; es por ese motivo que la única solución posible a estos axiomas es que si descubres una civilización extraterrestre debes apresurarte a destruirla en breve y no correr el riesgo que esta te destruya.

La idea del bosque oscuro se despliega como una variante singular del ‘juego de información secuencial e incompleta’ en el ámbito de la teoría de juegos. En este juego de estrategias, cada participante toma su turno, su acción sucede una tras otra, sin estar plenamente al tanto de todo el panorama informativo que yace en el tablero. En este juego singular, el trofeo al que aspiran todos no es otro que el continuo susurro de la existencia. Ah, pero el bosque oscuro añade un matiz más sombrío a esta partida: la escasez de los recursos vitales que todos anhelan. En este escenario, el ‘bosque oscuro’ se metamorfosea en un juego de vasta envergadura, donde cada ‘jugador’ se encuentra ante un tríptico de elecciones: aniquilar a otra civilización que se le revele, enviar señales al cosmos anunciando su existencia, o permanecer en el silente abrazo de la inacción.

Un niño asustado que desconfía de sus padres

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En este escenario de destrucción total, el libro explora una diversidad de caminos, presentando un escenario lleno de desesperanza que constituye una explicación sumamente atrapante de la paradoja de Fermi, con profundas consecuencias morales.

Para el autor (tanto en su prólogo como en sus reflexiones personales), le parece inconcebible que la humanidad crea que encontrará seres extraterrestres amorosos, compasivos, llenos de ternura que nos ayudarán como humanidad a ser mejores (una sátira al principio de Star Trek). En cambio, entre nosotros —entre fronteras, amigos, familia, colegas de trabajo— nos tratamos con profunda desconfianza, aplicando la tesis del bosque oscuro entre nosotros.

Él aboga por que deberíamos ser exactamente lo contrario: tener muchísimas precauciones en cualquier tipo de contacto extraterrestre y, más bien entre nosotros, los humanos, con nuestra familia, abogar por tratarnos con compasión, ternura, construyendo mejores caminos entre nosotros.

Desde ese entonces, para mí, que es desde que tengo uso de razón, he anhelado con abandonar el planeta Tierra, una atracción enorme por la astronomía que siempre ha sido mi verdadera pasión. Sin embargo, pensar que un enorme bosque oscuro puede encontrarnos afuera me desconcierta muchísimo, me invita a reflexionar sobre cómo cambiar esta tesis del bosque oscuro interna y aplicarla en donde realmente merece: a eliminar las cadenas de sospecha entre los otros seres humanos, a darnos cuenta que este mecanismo tiene otro resultado adicional.

En un bosque oscuro, el único resultado posible es la aniquilación completa de toda la vida

Notas:

  1. Esto se denominaría elegantemente como la ecuación de drake ↩︎
  • Gracias a todos por escuchar este divage por meses, lo comparti minimo a 5 veces a todo tipo de personas, compañeras de trabajo, amigas, hasta kami tuvo que soportar uno de estos divagues.
  • El otro año netflix estrena la triologia de los tres cuerpos, todo mi corazon para que se encuentre a la altura de una obra magistral de la ciencia ficción.

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